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La Hermandad de Vera-Cruz y Rosario presentó ayer la portada de la revista a cargo del pintor Eulogio Franco

A las 21.30 de la noche, la Hermandad de Vera-Cruz y Rosario presentó ayer la portada de la revista a cargo del pintor Eulogio Franco Campillo. El artista visueño conjugó la espadaña de la Capilla del Rosario sobre una franja marrón con un rosario que pertenece a la Virgen del Rosario que forma una R.


La espadaña cubriría la contraportada de la revista, mientras que el rosario sería la portada. Todo enmarcado con una franja roja ,color del Rosario, en el lado derecho y una franja verde, color de la Vera-Cruz, en la parte de abajo, formando así una cruz.

Primitivo Sánchez Calvo, licenciado en bellas artes y hermano de la Hermandad de Vera-Cruz y Rosario, ha explicado que Eulogio Franco Campillo nos presenta un trabajo muy de diseño, conciso, claro y lleno de información. Todo buen diseñador ha de llevar a la síntesis la máxima información, y aquí Eulogio lo consigue magistralmente en este trabajo de enorme carga simbólica.

La portada la compone un rosario y unas bambalinas enmarcadas con una franja verde en la parte inferior, otra roja a la izquierda y debajo de la verde otra morada. La contraportada está compuesta por una bella aguada de la espadaña de la capilla y a sus pies una franja marrón y otra morada que da continuidad con la portada. Esto es el aspecto formal, lo que vemos. Pero vayamos al simbolismo que conlleva.

En primer lugar, el rosario está dispuesto buscando la forma de R, de Rosario, nuestra Madre titular. ¿Por qué un rosario? El Rosario es de las oraciones más importantes de la Iglesia. Si Jesús nos enseño a orar a través del Padre Nuestro, se dice que la Virgen enseñó esta oración a Santo Domingo, los dominicos la impulsaron, el papa Pío V la instauró y promovió. S.S León XIII escribió doce encíclicas referentes al rosario.

Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de "El Papa del Rosario". Como dato a tener en cuenta, la Virgen de Fátima en el primer día de sus apariciones, llamó al mundo a rezarlo.

Las bambalinas hace alusión a la pureza, al respeto que debemos a nuestra Madre, inmaculado sagrario de Cristo, y a la necesidad de acercarnos a través de Ella a su Hijo, de ahí el Cristo que vemos al finalizar las cuentas, pues las cuentas del rosario es el hilo conductor que nos lleva a Él, nuestro Cristo de la Vera Cruz, la cruz redimidora de nuestros pecados, la Cruz verdadera.

El Rosario según el papa Francisco “es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón” En uno de sus encuentros expresó: “Queridos jóvenes, cultiven la devoción a la Madre de Dios con el rezo cotidiano del Rosario; queridos enfermos, sientan la cercanía de María de Nazaret, en especial en la hora de cruz; y ustedes, queridos recién casados, récenle para que nunca falte en su hogar el amor y el respeto recíproco. Santa Teresa de Calcuta dijo en una de sus citas “Aférrate al Rosario como las hojas de la hiedra se aferran al árbol; porque sin nuestra Señora no podemos permanecer”.

El color Rojo y Verde son nuestros colores, ¿pero sabemos las connotaciones de cada color? Analicemos el simbolismo de las franjas de color que aparecen en el diseño. Para ello vamos a tener en cuenta el significado que tiene el color en la liturgia de nuestra Iglesia y el significado del color en los Iconos.

El papa Inocencio III (1198-1216) fue el que esbozó el uso de los colores litúrgicos que utilizamos actualmente en las celebraciones de la Iglesia. Este papa basó su simbolismo sobre las interpretaciones alegóricas de los colores y las flores mencionados en la Escritura, especialmente en el libro del Cantar de los Cantares, donde los colores juegan un importante papel en toda la narración. El color utilizado varía según la festividad o el tiempo litúrgico que se celebra.

El Verde simboliza la virtud de la esperanza. Es usado durante el Tiempo Ordinario, después de Navidad hasta Cuaresma, y después del Tiempo de Pascua hasta el Adviento, en los domingos y en aquellos días que no exigen otro color. Es tiempo de esperanza por la venida del Mesías y por la Resurrección salvadora respectivamente.



Es el color resultante de la combinación del azul y el amarillo. El verde es el color de la naturaleza, el color de la vida sobre la tierra, del renacimiento a la llegada de la primavera. La iconografía le otorga un significado de renovación espiritual. En los iconos vemos multitud de ejemplos en donde es utilizado: las túnicas y mantos de los profetas, la túnica de San Juan Bautista o El Precursor, etc. pues fueron ellos quienes anunciaron la venida de Cristo.

El rojo. Este color simboliza la sangre y la fuerza del Espíritu Santo. Se refiere a la virtud del amor de Dios. Es usado principalmente en las fiestas de la Pasión del Señor como el Domingo de Ramos y el Viernes Santo. También en fiestas del Espíritu Santo como el Domingo de Pentecostés y en las fiestas de los santos mártires. También en la administración del sacramento de la Confirmación y en las liturgias dedicadas a los instrumentos de la Pasión. En la Santa Sede se usa para las exequias de los cardenales o del sumo pontífice.

Este color ha sido ampliamente utilizado por los iconógrafos en los mantos y túnicas de Cristo y los mártires. Simboliza la sangre del sacrificio, así como también al amor, pues el amor es la causa principal del sacrificio. Al contrario del blanco que simboliza lo intangible, el rojo es un color netamente humano; representando por lo tanto, la plenitud de la vida terrenal. En el icono del Pretorio, Jesús viste una túnica roja lo que hace saber que es el "Hijo del Hombre" y que está preparado para el sacrificio.

El Morado. Este color simboliza preparación espiritual y penitencia. Se usa en Adviento y en Cuaresma, tiempos de preparación para la Navidad y la Pascua respectivamente. También se usa en la administración del sacramento de la penitencia y en general en todo tipo de actos penitenciales. Desde la reforma litúrgica se dispone su uso para los sufragios por los difuntos. Según el calendario litúrgico tradicional también se usa en las temporadas de petición. Cabe mencionar que tanto el Lunes, Martes y Miércoles Santo se usa el morado porque sigue siendo tiempo de Cuaresma.

En el caso de los iconos se utilizaba el Púrpura. El colorante para obtener este color era extraído de un crustáceo del mar Rojo, era utilizado para teñir las más finas sedas. A partir del "Codigo Justinianeo" su uso quedó reservado exclusivamente para el emperador, sus familiares más cercanos, los "augustos" y para algunos otros reyes.

Por lo tanto en los iconos este color se hace representativo del poder imperial. Es utilizado únicamente en los mantos y túnicas del Pantocrátor, y de la Virgen o Teothokos. Representando que Cristo y por extensión su Madre, detentan el poder divino. Como Cristo es también el Sumo Sacerdote de la Iglesia, simboliza el Sacerdocio.

Por último el marrón es el color de la tierra. Y por lo tanto la iconografía pinta de color marrón los rostros de las imágenes que aparecen en los iconos, para recordar aquello de polvo eres y en polvo te convertirás.

Significa también "humildad", pues esta palabra proviene del vocablo latino "humus" que significa "tierra". Es por ese motivo que los hábitos de los monjes son de ese color.

La contraportada está dispuesta como una llamada, una “llamada” es lo que anuncian las campanas, es la función que ejercen al llamarnos a la misa, a los cultos, en este caso a la oración del rosario. El significado simbólico de la Campana, por su sonido, alude al Poder Creador, a la Voz de Dios como el Verbo Creador. La franja marrón hace alusión a la condición franciscana de nuestra hermandad. El marrón como hemos visto simboliza humildad.

En resumen, portada que bajo mi punto de vista tiene un claro mensaje evangelizador: el Rosario es la vía para llegar a Cristo, nuestro Señor, a través de María nuestra Madre. Por eso nuestras oraciones han de ser ardientes de fervor (color rojo) con la esperanza (color verde) puesta siempre en el Señor. Y siempre con la condición humilde (color marrón) y abiertos a la llamada de Dios.


J.C. JIMÉNEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: J.C. JIMÉNEZ


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