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José Ángel Campillo | Los Simpecados de Santa María del Alcor

Un año más las fiestas patronales en honor a Santa María del Alcor Coronada culminan con su romería a los molinos de Alcaudete. Hay que decir que la romería data de comienzos de los años cuarenta, aproximadamente de 1942, y a lo largo de más de setenta y cinco años de historia ha pasado por buenos y por malos momentos. Afortunadamente, vivimos un período de auge, no solo de las fiestas patronales, sino también de la romería.



Para no trasladar a la imagen al campo, apareció lo que se conoce como Simpecado. Estamos hablando de una insignia que lleva una imagen de la Virgen, siendo su origen medieval y procede de los estandartes que se llevaban en las procesiones religiosas invocando la Inmaculada Concepción de María “Sin pecado concebida”.

El primer Simpecado era de terciopelo azul oscuro, más pequeño que el actual, y llevaba la efigie de la Virgen, pintada por un médico de la localidad, D. Francisco Sicardo. Debajo de la imagen encontrábamos una estrella de seis puntas. Este Simpecado peregrinó desde 1942 hasta 1960, aunque hay que decir que en estos primeros años la romería no se celebró todos los años por motivos diversos. A partir de 1960 la imagen de la Virgen fue colocada en distintas insignias pertenecientes a otras Hermandades o corporaciones religiosas.

En 1970, que es el año que llega la carreta de plata, se confecciona uno nuevo, más acorde. Fue realizado en tela dorada, de cortes rectos y más pequeño que el actual. La particularidad que presentaba es la imagen de la Virgen en bulto redondo, obra del imaginero Manuel Domínguez, obra que no fue muy del agrado de la Hermandad.

En el año 1974, y de forma excepcional, fue la imagen de la Virgen la que fue en romería a Alcaudete. En 1980 se confecciona un nuevo estandarte, en este caso en pana de color azul oscuro con bordaduras en oro; obra diseñada por Antonio Becerra. Una vez terminado se le colocó la imagen en bulto redondo.

El actual Simpecado de Santa María, diseño de Bonilla Cornejo, y vino a sustituir al primitivo, que además de su escaso valor artístico, se encontraba en un lamentable estado de conservación.

El Simpecado, de líneas quebradas y sinuosas, aparece delimitado por un ribete azul oscuro, apareciendo en el centro del mismo, y enmarcada en plata la imagen de Santa María del Alcor y del divino infante que aparecen rodeados de diez estrellas en plata que fueron donadas por las distintas hermandades y asociaciones religiosas de nuestra localidad, con la particularidad de que en cada una de estas estrellas aparece el nombre de la titular de cada una de las hermandades y corporaciones religiosas.

El bordado del Simpecado es obra de la bordadora Ana Bonilla Cornejo, y la plata de orfebre Jesús Domínguez. Hay que decir que la plata fue donada por visueños y visueñas anónimos que acudieron a la llamada de la Hermandad.

Esta bella insignia fue bendecida el 30 de junio de 1996 en la iglesia parroquial. Tras la bendición fue colocado en la carreta de plata y en solemne cortejo, presidido por la cruz parroquial, ciriales y representantes de todas las Hermandades, fue trasladado a la capilla del Rosario, donde fue depositado en un retablo de caoba.

Y este es el Simpecado que cada mañana, después de la misa de romeros, es colocado en la magnífica carreta de plata, obra de Seco Velasco, y que perteneció a la Hermandad del Rocío del Salvador, es una portentosa obra de orfebrería cuya autoría es de Seco Velasco, de fines de los cincuenta del pasado siglo.

Estamos, sin duda alguna, ante una obra singular de techo abovedado y labrado ricamente a base de casetones destacando en el tondo del centro la efigie de la paloma, símbolo del Espíritu Santo. Esta composición presenta en el exterior formas mixtilíneas que van en consonancia con la forma que presenta el Simpecado, todo de corte diciochesco.

Y en este precioso trono en el que destaca en tonos áureos el anagrama de María Auxiliadora, el Simpecado de Santa María del Alcor, será trasladado a los viejos molinos de Alcaudete, un año más.

JOSÉ ÁNGEL CAMPILLO