El diccionario de la Real Academia Española define la heráldica como la “disciplina que describe, estudia y explica el significado de imágenes y figuras de los escudos de armas”. A este respecto hay que decir que los escudos pueden representar un linaje, a una persona o a una ciudad.
Nuestro pueblo, ente jurídico independiente, primero en 1371, y definitivamente en 1441, al igual que el resto de pueblos y ciudades tuvo escudo, en este caso el de los Arias de Saavedra. Este primer escudo fue utilizado por el ayuntamiento hasta el denominado Trienio Liberal (1820-1823) momento en el que el escudo condal fue sustituido por otro en el que aparece el anagrama de la Virgen María con el lema: “Ayuntamiento Constitucional de El Viso del Alcor”. En 1823, tras la instauración, nuevamente, del absolutismo y de los señoríos, se volvió a utilizar, muy posiblemente, el escudo de los señores de la villa hasta 1836, año en el que la desamortización de Mendizábal dio por terminado el sistema feudal en nuestro país.
El escudo señorial, además de ser utilizado por el Ayuntamiento, aparecía en aquellos lugares de gran valor simbólico, es el caso de las pechinas de la cúpula de la iglesia conventual, tal y como los encontramos en la actualidad. También aparecía en la cúpula de la iglesia parroquial de donde fue eliminado en fecha imprecisa. En el caso del Convento, hay que recordar que los Arias de Saavedra lo habían construido y se había erigido como patronos de dicho lugar con derecho a enterramiento exclusivo de los señores en el presbiterio, tal y como podemos apreciar en la lápida que encontramos en el lado de la Epístola, lugar en el que está sepultado Gaspar Juan Arias de Saavedra, V Conde del Castellar.
En cuanto a la iglesia parroquial, los señores de la villa sufragaron casi en su totalidad la construcción del presbiterio con su cúpula renacentista, por lo que también adquirieron el derecho a enterramiento, derecho que utilizaron en varias ocasiones, aunque de estos hechos quedan únicamente testimonios documentales.
El escudo con el anagrama de la Virgen María, con alguna que otra variante, se vino utilizando desde 1836 hasta 1975, momento en el que el Ayuntamiento opta por encargar el estudio de la confección de uno nuevo, acorde a la normativa vigente, porque el que se utilizaba no era aceptado Ministerio de la Gobernación. El encargado de estudiar cómo tendría que ser el nuevo escudo fue el genealogista D. Vicente Cadenas Vicent que elaboró un informe muy completo en el que se habla de los escudos encontrados en distintos archivos.
Teniendo en cuenta estos escudos, que como hemos dicho anteriormente, y la Historia de la localidad, se elabora un nuevo escudo que fue presentado en el pleno municipal del 11 de marzo de 1975.
El nuevo escudo de la villa quedaba de la siguiente manera:
Escudo partido, siendo la parte de la izquierda de color azul (azur) en el que, en color dorado, aparece el anagrama de la Virgen María; la parte de la izquierda en color rojo (gules) donde aparece en color plata la cruz mercedaria por la vinculación de nuestro pueblo con esta orden religiosa establecida en nuestro pueblo en 1604. El escudo aparece rematado con corona real moderna.
El escudo fue aprobado, previo informe de la Real Academia de la Historia, tal y como quedaba recogido en el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales. El proceso terminó con la aprobación definitiva del Consejo de Ministros del 12 de noviembre de 1976 (Boletín Oficial del Estado de 9 de diciembre de 1976).
Por lo que respecta a la bandera, ésta fue aprobada por Resolución de 9 de julio de 2007, de la Dirección General de Administración Local de la Junta de Andalucía (BOJA 25 de julio de 2007). En dicha resolución se establece que la bandera de la localidad consta de tres franjas horizontales del mismo ancho, azul, blanco y azul. Superpuesto sobre la franja central blanca y desplazado hacia el mástil el escudo del municipio.
En referencia a la tonalidad del azul, el Ayuntamiento establece, dado que la resolución no indica nada, que se trata del 294 C, conocido como azul Prusia y que en nuestro pueblo recibe el apelativo de “azul patrona”.
José Ángel Campillo de los Santos