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Marco Antonio Campillo | Minas de agua romanas de El Viso del Alcor

La comarca de Los Alcores ha sido habitada desde tiempos remotos, especialmente por su abundancia de agua. El alto grado de porosidad de la calcarenita del Alcor más la permeabilidad de los materiales aluviales permiten la acumulación del agua de lluvia en acuíferos que reposan sobre una base de margas azules impermeables. El agua mana a la superficie a través de fuentes y abrevaderos, desarrollándose una variada y compleja arquitectura hidráulica.


Los romanos domesticaron el agua realizando unas colosales obras de ingeniería, donde podemos destacar la red de galerías de las minas subterráneas. Este tesoro está empezando a ser conocido a cuenta gotas gracias al trabajo altruista de José Millán Naranjo y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (AAES), con el apoyo de la Asociación Cultural Fuente del Sol. Carmona y Alcalá de Guadaira están apostando por descubrir y poner en valor este auténtico tesoro subterráneo. Ahora es el momento que apueste también nuestro pueblo.

La mina de agua de Alcaudete, lugar perteneciente a Carmona desde el punto de vista jurídico pero histórica y simbólicamente vinculado a El Viso, es una de las más colosales de Andalucía. Su datación es claramente romana, en torno al siglo I, gracias a los ladrillo y lucernarios que se conservan. Su galería principal discurre a unos cinco metros de profundidad, dirigiendo su enorme caudal de agua hacia los molinos.

 ¿Para qué era necesaria tanta agua? Para Pepe Millán, “la única explicación coherente es que la mina no sólo tuviera una función recolectora y de conducción de agua sino también almacenadora, es decir, que fuera también un aljibe. Hemos comprobado como las antiguas marcas de agua llegan casi hasta el techo en las galerías principales lo que podría confirmar esta hipótesis. Si tapamos la salida de la mina con una compuerta y dejamos que toda la longitud, que es de varios kilómetros se inunde tendremos una bolsa de agua considerable con gran presión hidrostática por su altura y que proporcionaría fuerza motriz hidráulica para los molinos durante muchas horas. La gran longitud de la mina esta también condicionada por la búsqueda de manantiales que puedan cargar la mina en un tiempo corto y que hiciera rentable la actividad de molienda. Creo que estamos ante una mina de carácter industrial, condicionada a la explotación de cereal y su trasformación en harina para abastecer a los grandes núcleos de población que ocupaban los Alcores en el Alto Imperio Romano. El pan era sin duda uno de los alimentos vitales y esto explicaría tan y costosa y faraónica obra subterránea”.

La mina del Pocito Saco está situada sobre la ladera externa del escarpe, bajo el Mirador Casimiro Calvo Zapata. Es una pequeña obra hidráulica romana de abastecimiento de una Villae, pero que cuenta con la particularidad de ser nuestra pequeña “Gruta de las Maravillas”, con espectaculares formaciones calcáreas.

La fuente del Concejo es la única existente en el casco urbano de la localidad, en pleno centro histórico, justo debajo de la actual Plaza del Sacristán Guerrero y enfrentada a la que fuera Casa-Palacio de los Condes del Castellar (actual Ayuntamiento) tal y como nos lo refiere el cronista de la orden mercedaria, fray Pedro de San Cecilio: “Tiene una sola fuente de agua dulce, que nace de la cabeza de una barrera contigua al Palacio de los condes". La procedencia del agua hemos de buscarla en un manantial mejorado por un complejo sistema de minas que pueden partir de la zona de la calle la Laguna, teniendo una serie de lumbreras, como en la calle dl mismo nombre o en la Iglesia Parroquial. En la exploración de esta mina, la AAES halló unos curiosos grafitis que indican de forma sucesiva el nombre de José Moreno. 

La mina de la Fuente del Sol también ha sido explorada en parte por la AAES, unos 50 metros de galería hasta la base de una lumbrera taponada por escombros., que nos conducen hasta el recinto ferial. “La galería se encuentra en un estado de conservación excepcional y presenta además de bonitas formaciones las huellas de las herramientas utilizadas en su construcción, pico de hierro curvo y cincel, además de los correspondientes lucernarios espaciados a distancias regulares” (Pepe Millán) Los ladrillos hallados datan la obra en el siglo I y II.

Por su parte, la mina de la Fuente de la Muela cuenta con la particularidad de poseer unos grafitis de llaves antiguas de grandes dimensiones y una serie de símbolos geométricos. 
La mina del Moscoso es de grandes dimensiones y está por explorar y estudiar. 

En definitiva, bajo nuestros pies, discurre una intrincada red de galerías subterráneas romanas, totalmente olvidadas, pero que deben ser conservadas y puestas en valor para el disfrute de las generaciones actuales y las venideras.

MARCO ANTONIO CAMPILLO DE LOS SANTOS

FOTOGRAFÍA: Andaluza de Exploraciones Subterráneas (AAES)

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