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Una experta en Medicina Interna repasa los síntomas del Alzheimer y la importancia del diagnóstico precoz

María Lucía Martínez, especialista en Medicina Interna del Hospital Comarcal de Montilla, fue la encargada de pronunciar una conferencia promovida por la Asociación de Familiares de Personas Enfermas de Alzheimer y otras Demencias de Montalbán (Afademon), en la que explicó cómo evoluciona esta patología neurodegenerativa y cómo van cambiando los requerimientos nutricionales en función del avance de las distintas fases por las que transitan los pacientes, así como sus dificultades en la alimentación.


Según indicó Martínez, “es importante hacer llegar a las familias en las que existe algún paciente de Alzheimer cómo la alimentación adecuada puede ser un recurso más para que estos pacientes estén en las mejores condiciones posibles, ya que éstos tienen un alto riesgo de desarrollar desnutrición energético-proteínica, la cual se ha asociado con aumento en la morbilidad y mortalidad”.

Algunos problemas que influyen sobre el estado nutricional de pacientes con esta enfermedad son la pérdida de la independencia, la dificultad para orientarse, los desórdenes en el comportamiento para comer y la deambulación frecuente. En algunos casos disminuyen los requerimientos energéticos y en otros aumentan si el paciente tiene períodos prolongados de agitación psicomotriz. Se presenta también en algunos pacientes sarcopenia -pérdida de masa muscular- mientras mantienen el mismo peso. Pueden asociarse a déficit nutricionales de vitamina B12, tiamina, folato y albúmina.

“Ante esta situación, es fundamental evaluar periódicamente el estado de nutrición de estos pacientes con el fin de proporcionar un adecuado aporte de energía y nutrimentos, pudiendo así mantener un estado nutricional aceptable”, apuntó la especialista en Medicina Interna.

Recomendaciones alimenticias

Para los pacientes con enfermedad de Alzheimer se sugieren las mismas recomendaciones de nutrimentos que para los adultos mayores, por lo que es fundamental cubrir las recomendaciones de vitaminas y minerales, cuya deficiencia es frecuente en esta etapa de la vida (piridoxina, cobalamina, folatos, tiamina, vitamina D, zinc, hierro y calcio). En el tratamiento de Alzheimer también se recomienda incluir el uso de antioxidantes tales como las vitaminas C y E59, puesto que evita la oxidación de las membranas y retarda el avance de la enfermedad.

Debido a las implicaciones nutricionales en la enfermedad de Alzheimer es importante llevar a cabo estrategias para mejorar su estado de nutrición. Algunas de las que apuntó Martínez son: incluir en cada comida alimentos que proporcionen energía, proteínas, vitaminas y minerales; proporcionar alimentos con alta densidad energética; tener una frecuencia en los tiempos de comida; servir un alimento a la vez; proporcionar como sea posible alimentos que puedan tomarse con los dedos e incrementan la ingesta de energía; y tomar suficientes líquidos. El tipo de alimentación y la presentación de los platos dependerán de la evolución de la enfermedad.

En los casos que se presente disfagia -dificultad para tragar- se debe modificar la textura y consistencia de los alimentos que pueden ser suaves, purés, picados finos, o líquidos espesos. Se recomienda utilizar vajillas y cubiertos irrompibles, sentar al paciente correctamente con la espalda recta, colocar poca comida en la boca y no hablar mientras se come.

Causas, síntomas y diagnóstico

El Alzheimer es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores de 65 años y que los enfermos viven, normalmente, años suficientes con capacidad de disfrutar y participar en la sociedad. El diagnóstico precoz es la clave para la mejor atención del paciente con Alzheimer, siendo los tratamientos más necesarios en las etapas más tempranas de su desarrollo. En la actualidad, el Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura, cuyos tratamientos cambian la velocidad de la enfermedad, de ahí la importancia en la apuesta por investigar sobre ella.

Son síntomas de alarma que pueden contribuir a una detección precoz la pérdida de memoria que afecta a la capacidad laboral; dificultades en tareas familiares; problemas del lenguaje; desorientación en tiempo y lugar; pobreza de juicio; problemas de pensamiento abstracto; perder cosas, colocarlas en lugares inadecuados; cambios de conducta y de personalidad y pérdida de iniciativa.

El papel de las personas cuidadoras de pacientes que desarrollen Alzheimer es fundamental, ya que éstos terminan siendo totalmente dependientes y requieren de ayuda en todas sus acciones diarias. Se ha destacado la importancia de que ellos aprendan a cuidarse a sí mismos, para no caer en depresión o en situaciones que les superen emocional y físicamente.

En el Hospital de Montilla de existe la posibilidad de la consulta única que tiene como objetivo no demorar el diagnóstico, además de que en él también se hace un seguimiento a los pacientes de su área de salud, así como a su tratamiento. Igualmente, cabe destacar la visión multidisciplinar con Atención Primaria y otras especialidades médicas, además de Medicina Interna, para resolver problemas específicos de la enfermedad.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL