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Marco Antonio Campillo | Simbología de la placa cerámica tardoantigua de la villa de la estación

La placa descubierta en junio de 2022 no es la primera hallada en El Viso del Alcor, sin embargo, es la única que se va a exponer en su lugar de origen, concretamente en el Centro Cultural Convento de Corpus Christi.


La pieza es una placa de barro cocido cuadrangular de unas dimensiones considerables: 41 cm de longitud, 37,5 de ancho y 4 centímetros de grosor. En el centro, destaca una protuberancia piramidal cruciforme, con las caras deprimidas, en forma de estrella o cruz, que sobresale unos 3 cm de la superficie de la placa. De las cuatro aristas de la pieza central parten tallos barquiformes, que acaban en una especie de decoración vegetal esquematizada, coronados por triángulos o “puntas de flecha” en las esquinas. La decoración está enmarcada por una doble moldura cuyo espacio central presenta dientes de sierra o también conocidos como dientes de lobo.  Esta ornamentación se realiza con el barro fresco (antes de proceder a la cocción), principalmente mediante un molde por prensado en el que se ha desarrollado en negativo el tema de la decoración.

El principal inconveniente que encontramos para su estudio, como ocurre con la mayoría de las placas de este tipo, es el de ser un hallazgo fortuito y no deberse a una investigación científica propia de una excavación arqueológica.

Los ladrillos 68 y 69 de la Collección Alhonoz de Écija, procedentes de El Viso del Alcor, son idénticos a esta pieza. Del mismo modo, las piezas N.º Cat. 86 y 87 del Museo Arqueológico de Sevilla, de procedencia desconocida, son bastante similares.

Hipótesis de su simbología:

Su simbología no está nada clara, aunque es posible que esté relacionada con la cristiana, lo que abre la hipótesis de su pertenencia a una basílica cercana a la villa de la Estación.

Esta pieza tiene forma cuadrangular y el cuadrado era considerado  durante la Antigüedad y la Edad Media como el símbolo de la Tierra, por oposición al Cielo, que estaría simbolizado por una gran estrella central. Además, nuestro planeta se representaba en forma de cuadrado,indicando los puntos cardinales, a los que, tal vez, hacen referencia los cuatro triángulos de las esquinas.

La pirámide central se puede interpretar como una cruz cristiana.

Esta magnífica placa está marcada indiscutiblemente por el número cuatro y no puede ser casualidad: triángulos en las esquinas, las caras de la figura troncopiramidal, los cuatro tallos o las zonas  formadas por la cruz central.

El cuatro representa a las cuatro estaciones del año, a los puntos cardinales y a los cuatro Elementos.

El cuatro es un número que aparece repetidamente en las Sagradas Escrituras, concretamente en 305 ocasiones, a veces con un valor simbólico.

En el Apocalipsis, sugiere la idea de universalidad: los 4 jinetes, los 4 ríos del paraíso, los 4 campamentos de las 12 tribus, los 4 símbolos de los evangelistas,...

Algunos de estos ejemplos donde figura el número cuatro en la Biblia son:

- En Génesis 1:14-19 se explica que el cuarto día de la creación, Dios creó el sol, la luna y las estrellas y con ello el día y la noche.

- En Génesis 2:10-14 se menciona el río del Jardín del Edén, que se bifurcaba en cuatro brazos.

- Según el profeta Ezequiel, el Espíritu Santo está sobre toda la Tierra y él menciona cuatro vientos, donde cada uno de ellos corresponde a un punto cardinal

- Los evangelios son cuatro (san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan)

Queda, pues, mucho por investigar de este tipo de placas, en general, y de la conservada en el centro Cultural Convento de Corpus Christi, en particular. Sin embargo, lo que está claro que la hallada en junio de 2022 es una auténtica maravilla y podemos disfrutarla todos los visueños y visueñas. 


MARCO ANTONIO CAMPILLO
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