Los cronistas romanos, que tenían muy mala uva, cuentan que la tercera esposa de Julio César, Pompeya, había introducido a su amante, Clodio, en un templo consagrado a la diosa Bona. Disfrazado, profanó un recinto que solo podía ser pisado por mujeres. Cuando se supo, se produjo un escánd…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)