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Cesáreo de los Santos | La Piera er Gallo

La Piera er Gallo para unos, La Piedra del Gallo para otros, es uno de los símbolos de El Viso del Alcor.



Su ubicación actual es la rotonda donde confluyen las avenidas de Andalucía y Piedra del Gallo, y las calles Quevedo, Cañalizo y Santa Lucía. Da la bienvenida a los visueños que van a celebrar las fiestas de La Cruz en el recinto ferial de La Tablá y es testigo del acontecer del Parque de La Muela con su emblemática fuente.

Es una gran piedra de dimensiones colosales. Se calcula que pesa alrededor de 72000 kilos.

Se encontraba en la Cornisa del Alcor de La Santa justo en el límite de El Viso con Mairena asomándose a la imponente Vega. Servía de mojón para delimitar ambos términos. Un trozo de roca que quedó desgarrado de la Cornisa el 1 de enero de 1936. Muy cercana estaba la desaparecida ermita de Santa Lucía.

Los últimos que la vieron en su enclave, antes del desprendimiento, fueron Emilio Pavón Campillo apodado “ El Salmonete” y su sobrino “El Rubichi” padre de la mujer de Antonio “El Terrible” de la autoescuela. Los dos habían estado pastoreando con sus cabras en los alrededores de La Piera. Dado que el día era muy desapacible y no dejaba de llover, estuvieron refugiados toda la jornada, justo debajo de la enorme piedra. Hasta las cabras de vez en cuando se ponían al abrigo y respaldo de la misma. Abandonaron el lugar sobre las 6 de la tarde que empezaba anochecer. Cuando regresaron a la mañana siguiente, tras una noche también lluviosa vieron la piedra desprendida. Suerte tuvieron que no les cayera en lo alto. Así que se desprendió entre las 6 de la tarde del 31 de diciembre de 1935 y las 10 de la mañana del 1 de enero de 1936. Puede que fuera sobre las doce de la noche, misma hora que la Misa del Gallo, pero en la Nochevieja.

Son muchas otras grandes piedras de la cornisa que se precipitan al desprenderse por efectos de distintos tipos de erosión. No hay que olvidar que los terremotos de Carmona en 1466 y 1504 resquebrajaron muchas rocas de la superficie de Los Alcores.

Esta piedra se denominó desde el comienzo de la historia de El Viso como Peña del Águila como lo demuestran las inspecciones de los límites que realizaban en los siglos XV, XVI, XVII y XVIII El Concejo de nuestro pueblo con el de Mairena.

Son varias las teorías que intentan explicar la denominación de Piera er Gallo:

- La piedra estaba cerca de la desaparecida ermita de Santa Lucía. Visitada por muchos mendigos peregrinos a los que se les llamaba gallotes en la Edad Media.

- En el XIX había una choza en la ladera, donde vivía cuidando a su ganado una familia. Uno de sus gallos dormitaba todas las noches en la imponente piedra asomada al balcón del escarpe.

- Apodo “Er Gallo” del dueño de las tierras dónde se precipitó.

- Por la forma del saliente en la cornisa de la roca, asemejando al pico de un gallo.

- En los años treinta del siglo pasado se celebraban en el cerro de La Santa, campeonatos de Tiro al Pichón y Tiro al Plato. Venían muchos forasteros. Un grupo de ellos hizo una comilona y guisaron un gallo a la vera de La Piera. Siguieron en siguientes visitas con las consiguientes comilonas que se llevaban a cabo en el famoso enclave, a la que empezaron a denominar La Piera er Gallo.

- La más extendida es de que cayó mientras se celebraba la Misa del Gallo. Hecho que desmienten los versos que cantaba una chirigota visueña aquel año en el Carnaval de 1936. Por lo tanto se puede afirmar que se desprendió el 1 de enero de aquel año.

El día primero del año actual,
Un grande ruido nos vino a asustar.
Y todos corrimos como un rayo
A La Piera er Gallo pa curiosear
Con asombro contemplamos,
la catástrofe fatal,
hasta que la encontramos,
enmedio de un olivar.
Le preguntamos al dueño,
y nos dijo el pobrecillo,
que le habían derribado,
tres zorzaleños y cuatro manzanillos.
Era una verbena, el ir y venir,
El Viso y Mairena, enteros fueron allí,

Otra letra de chirigota:

Se cayó la Piera er Gallo,
y se formó un jubileo.
Todos fuimos a visitarla,
desde los niños hasta los viejos.
Fenómeno al rodar,
por el jardín tan dívino.
Y al Nene de la Posá,
“l´han partío” siete olivos.
Si cumples con un visueño,
se pondrá luto amarillo.
Por aquellos zorzaleños,
que al precio son manzanillos.



Desde su desprendimiento fue lugar de visita y excursión de muchos visueños y maireneros, sobre todo de niños y jóvenes que solían subirse, al estar en una posición más inclinada de cómo se encuentra actualmente.

San Sebastián había sido patrón de los dos pueblos. Era día de fiesta hasta los años 60 del siglo pasado. Los jóvenes iban de romería a las inmediaciones de la Piera er Gallo, donde montaban bambas (columpios hechos con cuerdas en los árboles) para mecer a las muchachas que pretendían.

Por lo visto, enfrentamientos entre los jóvenes de los dos pueblos, hicieron que estas romerías, a instancias de las autoridades, se trasladaran a otros sitios. Los de El Viso optaron por irse a las inmediaciones de la Venta La Cagá en las cercanías de la ermita de Santa María del Alcor. La Piera er Gallo se convirtió en un símbolo de rivalidad entre Mairena y El Viso.

En su actual ubicación, a principios del siglo actual, un grupo de jóvenes universitarios la recubrieron con papel de orito (papel de aluminio) para un trabajo sobre los meteoritos. Rafael Cadenas les hizo una entrevista para Canal 12 en lo alto de La Piera. Recuerda que le pusieron una bufanda del Sevilla F.C. y una bandera de nuestro pueblo.

El olivar donde se encontraba es de Sebastián “El Rosca”, que fue el que dio el permiso para su traslado con la aquiescencia del ayuntamiento de Mairena. El Rosca le compró el olivar a un forastero y éste se lo había comprado a El Silguero.

Hay una leyenda urbana que asegura que antes del olivar, era tierra calma cuyo propietario era Tio Peluseno (probablemente es el Nene de la Posá a la que se refiere la letra de la comparsa), señor muy religioso que cuidando un melonar que tenía sembrado se le apareció Jesús Nazareno que se dirigió a él diciéndole:

- Aquí viene Jesús Nazareno, a llevarse melones de Tío Peluseno.

Éste, entre admiración y miedo abanconó el melonar y se fue corriendo hasta llegar a “La Posá” que es donde vivía. Allí le dijeron que sabían que iban a ir a robarle los melones porque lo había comentado el amante de lo ajeno, antes de ir para el melonar, vanagloriándose de la idea.

Al otro día se le volvió a aparecer.

- Aquí viene Jesús Nazareno a llevarse melones de Tío Peluseno.

Nuestro hombre advertido y preparado, le contestó:

- Y aquí está Tío Peluseno, para darle palos a Jesús Nazareno.

Salió detrás de él, arreándole estacazos. Al desaprensivo le sirvió de escarmiento para olvidarse de los melones del muy religioso Tío Peluseno.



Tras un primer intento fallido del traslado, debido a la dificultad de la entrada y salida del vehículo que tenía que transportarla. Pudo hacerse en un segundo intento desde el olivar de Sebastián El Rosca en término de Mairena a su ubicación actual en la rotonda el 9 de agosto de 1989. Intervinieron un camión especial de grandes dimensiones y dos grúas. Habían arreglado los caminos poder realizar el transporte. La carga, el traslado y la descarga fueron dificultosos. Transcurrieron 5 horas en hacerse estas operaciones.

Mucha gente se congregó en el recorrido, pero sobre todo en la rotonda, donde se produjo un fuerte aplauso cuando llegó el camión y otro cuando la descargó.


CESÁREO DE LOS SANTOS
FOTOGRAFÍA: EL VISO EN LA MEMORIA


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