Hola soy Lolita y quiero contar una situación en la que estoy inmersa, sin posibilidad de ver la luz al final del túnel.
Hasta hace no mucho, quiero recordar, yo podía contar con mis palabras lo que quería decir, quedábamos y hablábamos de todo: de tus planes, de los míos, de sentimientos, opiniones, felicitaciones, pésames, estados de salud, de ánimo, de notas, de familia, de tonterías varias, de un sinfín interminable.
En el peor de los casos, una llamada telefónica ante la imposibilidad de vernos. Siempre había una emisión de sonidos entendibles y un interlocutor dispuesto a oírte. Garantía de comunicación exitosa, con sus correspondientes reacciones y expresiones in situ. Como quien habla de un hecho histórico.
Cierto es, que me he convertido en un bicho raro por mis necesidades comunicativas. No quiero convertirme….
En persona me cuesta trabajo hablarte, por teléfono oír tu voz es tarea complicada, mis expresiones faciales pasan desapercibidas y no son entendibles, nadie las ve ni se percata de ellas.
No me gusta ir contracorriente, pero tanta ola de frente no se si me mantendrá a flote mucho más, sin ser arrastrada o hundida.
Necesito hablarte, oír tu voz, saber de ti, ver tu cara en el instante. No entiendo que en persona no me digas nada y luego con un esfuerzo digital me cuentes El Quijote.
Puede ser divertido, pero en exceso, llegar a ser muy triste:
- Que un monito tapándose la cara signifique vergüenza (creo)
- Que una carita con la lágrima trasmita tristeza.
- Que en caritas amarillas con señales varias vayan incluidas todas las emociones y situaciones de nuestro día a día.
- Que, si no contesto, puedo llegar a ser persona non grata.
- Que, si no comparto, dejo de ser solidaria,
- Que, si callo, no me ha gustado o me ha molestado.
- Etc. Etc. Etc
Soy Lolita, tu amiga de siempre, la que ante la imposibilidad de encontrar un emoticono que expresase mi sentir, ha tenido que escribir todas estas palabras que posiblemente tu hubieras resumido con un:
Como dice la canción:
Háblame, háblame, háblame.
Que me muero si te callas.
P.D. Dedicado al uso del Whatsapp y sus queridos emoticonos.
Hasta hace no mucho, quiero recordar, yo podía contar con mis palabras lo que quería decir, quedábamos y hablábamos de todo: de tus planes, de los míos, de sentimientos, opiniones, felicitaciones, pésames, estados de salud, de ánimo, de notas, de familia, de tonterías varias, de un sinfín interminable.
En el peor de los casos, una llamada telefónica ante la imposibilidad de vernos. Siempre había una emisión de sonidos entendibles y un interlocutor dispuesto a oírte. Garantía de comunicación exitosa, con sus correspondientes reacciones y expresiones in situ. Como quien habla de un hecho histórico.
Cierto es, que me he convertido en un bicho raro por mis necesidades comunicativas. No quiero convertirme….
En persona me cuesta trabajo hablarte, por teléfono oír tu voz es tarea complicada, mis expresiones faciales pasan desapercibidas y no son entendibles, nadie las ve ni se percata de ellas.
No me gusta ir contracorriente, pero tanta ola de frente no se si me mantendrá a flote mucho más, sin ser arrastrada o hundida.
Necesito hablarte, oír tu voz, saber de ti, ver tu cara en el instante. No entiendo que en persona no me digas nada y luego con un esfuerzo digital me cuentes El Quijote.
Puede ser divertido, pero en exceso, llegar a ser muy triste:
- Que un monito tapándose la cara signifique vergüenza (creo)
- Que una carita con la lágrima trasmita tristeza.
- Que en caritas amarillas con señales varias vayan incluidas todas las emociones y situaciones de nuestro día a día.
- Que, si no contesto, puedo llegar a ser persona non grata.
- Que, si no comparto, dejo de ser solidaria,
- Que, si callo, no me ha gustado o me ha molestado.
- Etc. Etc. Etc
Soy Lolita, tu amiga de siempre, la que ante la imposibilidad de encontrar un emoticono que expresase mi sentir, ha tenido que escribir todas estas palabras que posiblemente tu hubieras resumido con un:
Como dice la canción:
Háblame, háblame, háblame.
Que me muero si te callas.
P.D. Dedicado al uso del Whatsapp y sus queridos emoticonos.
MARÍA JOSÉ CORTÉS
