Con este artículo quiero rendir homenaje a este modesto imaginero que vio la luz en esta tierra de los Alcores que se llama El Viso.
Cuando la Semana Santa se acerca, y en plena cuaresma, toca hablar de imaginería y de sus grandes artífices, los imagineros. A todos se nos viene a la memoria cuando hacemos referencia a éstos los nombres de los grandes maestros: Martínez Montañés, Juan de Mesa, Ruíz Gijón, Castillo Lastrucci… Pero junto a los grandes, poco a poco vamos rescatando a muchos otros del olvido, es el caso del visueño Manuel Vergara Herrera.
Tengo que decir que el nombre de este paisano llegó por casualidad, pues leyendo las actas capitulares del año 1934 encontré una referencia que llamó mi atención desde el primer momento, pues un estudiante de escultura en Sevilla solicitaba una beca con el único objetivo de proseguir sus estudios. Este estudiante de escultura se llamaba Manuel Vergara Herrera. Como en la referencia indicaba la edad que tenía en aquellos momentos (26 años) pude deducir el año de nacimiento, lo que me llevó al registro civil a solicitar su partida de nacimiento.
Nuestro paisano nació el día 2 de agosto de 1908, siendo inscrito en el registro civil el día 5 del mismo mes y año por su padre. Hijo legítimo del matrimonio formado por Manuel Vergara Ojeda y María de los Dolores Herrera Jiménez, ambos naturales de la villa, al igual que sus abuelos paternos Francisco Vergara Borreguero y Gertrudis Ojeda Martín, y maternos Antonio Herrera de los Santos y a María del Rosario Jiménez Bonilla. En el momento del nacimiento, el domicilio estaba establecido en la calle Riego número 15 (actual calle Tío Pinto).
Tenemos constancia que tuvo tres hermanas: María Josefa, Gertrudis y Mercedes, no constándonos más familia directa. No sabemos cómo ni por qué esta persona se inclinó por la escultura, ni cómo llegó a Sevilla en tiempos tan difíciles, más si su padre era jornalero, tal y como reza en su partida de nacimiento (aunque más bien pudo ser un pequeño arrendatario).
En 1934 se celebró en Sevilla, concretamente en el palacio central de la plaza de América, una muestra pictórica a la que concurren entre otros, además de Manuel con la obra titulada “Rosarito”, el imaginero alcalareño Pineda Calderón con dos obras tituladas “Paisaje de Alcalá “y “Marina”. Uno de los críticos de la exposición afirma que en general los pintores se mostraban conservadores o “disimuladamente académicos, encontrándose sólo alguna rebeldía en ciertos dibujantes y en algunos escultores como Vergara Herrera”.
En 1937, muy posiblemente terminase sus estudios, pues es la fecha en la que da comienzo su producción artística, poco extensa, “aunque si de cierta importancia”, pues se dedicó casi en exclusividad a su labor como profesor de Modelado y Vaciado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Sevilla.
Murió el día 19 de noviembre de 1985 a los 77 años a consecuencia de un edema agudo de pulmón, siendo enterrado el día siguiente en el cementerio de San Fernando. Días después, concretamente el 27 de diciembre, el diario ABC le dedicó una reseña en la que lo califica como un hombre “modestísimo, su muerte ha pasado casi tan inadvertida como transcurrió su vida artística y docente, ignorada incluso por sus amistades”.
Aunque su obra fue poco extensa pues se dedicó fundamentalmente a la docencia, por orden cronológico podemos destacar:
En 1937 ejecutó las imágenes titulares de la Hermandad sevillana de San Roque, de la que era hermano. Con respecto a la Virgen hay que decir que procesionó en la Semana Santa de 1937 y 1938, y como no fue del gusto de los hermanos volvió al taller del artista. En 1941 fue adquirida por la hermandad del Santo Entierro de Aracena con la advocación de Nuestra Señora de la Soledad.
Años 40-Virgen de los Dolores, de Mijas (Málaga).
1942- San Bartolomé Apóstol, para el retablo mayor de la parroquia del mismo nombre de Librilla (Murcia). Se trata de una imagen en bulto redondo.
1943-Virgen de los Dolores, de la cofradía del Perdón, de Huelva. Esta imagen procede de una colección particular de Carrión de los Céspedes (Sevilla).
1951-Los ángeles y los tondos de las andas del paso de la Soledad de San Lorenzo, de Sevilla.
1952-Virgen de la Misericordia, de Bollullos del Condado (Huelva).
1953-Cristo del Amor, de San Juan de Aznalfarache, (Sevilla). Tardó siete años en terminar esta imagen que es de madera de cedro. Fue restaurada en 1994 por Francisco Berlanga. La imagen está firmada en el sudario.
1958-Nuestra Señora de la Soledad y Esperanza, de Doña Mencía (Córdoba).
Sin fecha de ejecución podemos hacer referencia al Sagrado Corazón de Baena (Córdoba).
Cuando la Semana Santa se acerca, y en plena cuaresma, toca hablar de imaginería y de sus grandes artífices, los imagineros. A todos se nos viene a la memoria cuando hacemos referencia a éstos los nombres de los grandes maestros: Martínez Montañés, Juan de Mesa, Ruíz Gijón, Castillo Lastrucci… Pero junto a los grandes, poco a poco vamos rescatando a muchos otros del olvido, es el caso del visueño Manuel Vergara Herrera.
Tengo que decir que el nombre de este paisano llegó por casualidad, pues leyendo las actas capitulares del año 1934 encontré una referencia que llamó mi atención desde el primer momento, pues un estudiante de escultura en Sevilla solicitaba una beca con el único objetivo de proseguir sus estudios. Este estudiante de escultura se llamaba Manuel Vergara Herrera. Como en la referencia indicaba la edad que tenía en aquellos momentos (26 años) pude deducir el año de nacimiento, lo que me llevó al registro civil a solicitar su partida de nacimiento.
Nuestro paisano nació el día 2 de agosto de 1908, siendo inscrito en el registro civil el día 5 del mismo mes y año por su padre. Hijo legítimo del matrimonio formado por Manuel Vergara Ojeda y María de los Dolores Herrera Jiménez, ambos naturales de la villa, al igual que sus abuelos paternos Francisco Vergara Borreguero y Gertrudis Ojeda Martín, y maternos Antonio Herrera de los Santos y a María del Rosario Jiménez Bonilla. En el momento del nacimiento, el domicilio estaba establecido en la calle Riego número 15 (actual calle Tío Pinto).
Tenemos constancia que tuvo tres hermanas: María Josefa, Gertrudis y Mercedes, no constándonos más familia directa. No sabemos cómo ni por qué esta persona se inclinó por la escultura, ni cómo llegó a Sevilla en tiempos tan difíciles, más si su padre era jornalero, tal y como reza en su partida de nacimiento (aunque más bien pudo ser un pequeño arrendatario).
En 1934 se celebró en Sevilla, concretamente en el palacio central de la plaza de América, una muestra pictórica a la que concurren entre otros, además de Manuel con la obra titulada “Rosarito”, el imaginero alcalareño Pineda Calderón con dos obras tituladas “Paisaje de Alcalá “y “Marina”. Uno de los críticos de la exposición afirma que en general los pintores se mostraban conservadores o “disimuladamente académicos, encontrándose sólo alguna rebeldía en ciertos dibujantes y en algunos escultores como Vergara Herrera”.
En 1937, muy posiblemente terminase sus estudios, pues es la fecha en la que da comienzo su producción artística, poco extensa, “aunque si de cierta importancia”, pues se dedicó casi en exclusividad a su labor como profesor de Modelado y Vaciado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Sevilla.
Murió el día 19 de noviembre de 1985 a los 77 años a consecuencia de un edema agudo de pulmón, siendo enterrado el día siguiente en el cementerio de San Fernando. Días después, concretamente el 27 de diciembre, el diario ABC le dedicó una reseña en la que lo califica como un hombre “modestísimo, su muerte ha pasado casi tan inadvertida como transcurrió su vida artística y docente, ignorada incluso por sus amistades”.
Aunque su obra fue poco extensa pues se dedicó fundamentalmente a la docencia, por orden cronológico podemos destacar:
En 1937 ejecutó las imágenes titulares de la Hermandad sevillana de San Roque, de la que era hermano. Con respecto a la Virgen hay que decir que procesionó en la Semana Santa de 1937 y 1938, y como no fue del gusto de los hermanos volvió al taller del artista. En 1941 fue adquirida por la hermandad del Santo Entierro de Aracena con la advocación de Nuestra Señora de la Soledad.
Años 40-Virgen de los Dolores, de Mijas (Málaga).
1942- San Bartolomé Apóstol, para el retablo mayor de la parroquia del mismo nombre de Librilla (Murcia). Se trata de una imagen en bulto redondo.
1943-Virgen de los Dolores, de la cofradía del Perdón, de Huelva. Esta imagen procede de una colección particular de Carrión de los Céspedes (Sevilla).
1951-Los ángeles y los tondos de las andas del paso de la Soledad de San Lorenzo, de Sevilla.
1952-Virgen de la Misericordia, de Bollullos del Condado (Huelva).
1953-Cristo del Amor, de San Juan de Aznalfarache, (Sevilla). Tardó siete años en terminar esta imagen que es de madera de cedro. Fue restaurada en 1994 por Francisco Berlanga. La imagen está firmada en el sudario.
1958-Nuestra Señora de la Soledad y Esperanza, de Doña Mencía (Córdoba).
Sin fecha de ejecución podemos hacer referencia al Sagrado Corazón de Baena (Córdoba).
JOSÉ ÁNGEL CAMPILLO DE LOS SANTOS
