Ir al contenido principal

Cesáreo de los Santos | Evolución en el habla y las costumbres visueñas

Iba Caperucita Roja por el camino del bosque para ver a su abuelita. Le asalta el lobo y le pregunta:
-¿A dónde vas Caperucita ?
- Al río a lavarme el c...
Se queda pensativo el lobo y dice:
-¡”Ojú, como ha cambiao el cuento”.


Como el cuento todo cambia. Nada tienen que ver las costumbres actuales de los visueños con los de hace pocas décadas. Lo mismo ocurre con el lenguaje.

Los niños jugaban al paremacho, a las bolas, al pañuelo, al trompo, a la quincarra, o a la lima y las niñas al elástico, a la picarona, a los cromos o a las muñecas. A llegar los primeros televisores veían los periquitos. Hoy juegan con las tablets, los xbos, los iPad, los iPhone, la play station, el internet y los móviles. De tener amigos reales se ha pasado a tener amigos virtuales. 

Muchos chavales aprendieron a nadar yendo furtivamente a las “ambercas” de las huertas y se tiraban desde el “piletín”(pretil) para darse “jhogaillas”. Jugaban a la pelota en las calles, en el Sequero o en Las Casetas. Ahora van a la piscina a dar cursos de natación, dónde están prohibidas las ahogadillas  y están apuntados en las escuelas de fútbol municipales o del U.P.

Del pizarrín y los tinteros se pasó a las libretas y los bolígrafos, hoy las pizarras digitales y los ordenadores facilitan la tarea de aprender en la escuela. Los acosadores “jartibles” han pasado a hacer bulling y lo peor es que hay una nueva modalidad, el ciberacoso.

Los lateros, serenos, pregoneros, afiladores, carboneros, “aguaores”, arrieros han dado paso a informáticos, coachs, walker talker, nano técnicos, 


Desayunamos  molletes; molletes que son “puñaos” (puñeados) de “toa la vida”. Comemos salmorejos y nos hemos olvidado de los "sopeaos". El mortero y la maja dejaron paso a la túrmix y ésta después a la thermomix. Vamos por churros al puesto los fines de semana, cuando antes pregonaban a diario calientes y calentitos por las calles. Hemos cambiado las papas guisás, los garbanzos, los tomates, el arroz, las sopas “jervías”,  las gachas o el ajo pelusa por las salchichas, las hamburguesas, los crepes, las pizzas y los sándwiches. La despensa, la alacena y el pozo han dado paso al mueble de cocina y al frigorífico. De las “estrebes”  en la chimenea y la hornilla de carbón en el poyo de la cocina se pasó al infiernillo de petróleo, después al gas butano para rematar en la vitrocerámica.  


Se nos han colado extranjerismos innecesarios,  más por hortera que por cultura. Está de moda recibir a las visitas en el hall (lease jol), antes lo hacíamos en el zaguán de la casa. Nos sonábamos los mocos con el pañuelo hoy usan los klinex.  Dábamos de cuerpo en el corral y en el retrete, hoy hacen las necesidades en los váteres y “las tualets”. Nos limpiábamos el culo con “pieras” o yerbas y hoy con toallitas perfumadas. 

No está el borrico a "plao"y los cochinos en la “zajurda”. Están los caballos en el picadero y los cerdos en la granja.

Ir a la compra en babuchas no era lo establecido correctamente. Hoy no importa ir en chanclas. Se ponen trajes en vez de ternos. Las mujeres se hacían la permanente y algunos hombres y chiquillos se pelaban pelaurri. Mientras hoy se pelan con rayas, se tintan el pelo, se lo dejan tiesos o con una cacerola se hacen el molde de la cabellera.

No vamos a los muertos, vamos a los funerales. No hay apenas cabo años. Hoy están los fallecidos de cuerpo presente en las cámaras de los tanatorios. La "cabezá" ha sido sustituida por el pésame. Se iba a las "boas" y se daba la “chocaura” en el convite. Ahora se pregunta por la lista de bodas, cuál es el catering y donde es el lunch. 

“Por aquí pasa el tren por aquí la vía, FURRI pa toa la vía" haciéndose una cruz con el dedo pulgar en la frente era la señal, cuando se peleaban, de que se interrumpían las relaciones, hoy dan de baja en el washapp, en el instagram o en el facebook. Tecnologías que aprovechan las criticonas, los criticones y el falserío de las malas lenguas  para el cuchicheo y el descrédito.

Antes los chavales magreaban y le pegaban pellizcos en el culo a las muchachas en el paseo¸!ojú qué retrasaos!  Hoy les hacen arrumacos y carantoñas en las botellonas, los pubs y discotecas, Los besos han dado paso a los piquitos, a los lengüis y a las cobras.

Los muchachos no cazan zapateros y cigarrones observan las libélulas y los saltamontes. Los quiclis (o kikilis) son cernícalos; los verdones, verderones; los chamarices, verdecillos; los jamaces, hamaces; los pichilichis, mosquiteros; los londros, alondras…


Las arrobas, las onzas, las cuartillas, los pies, la cuarta, el cuarto y mitad, y los reales y las pesetas han sido sustituidas por los packs, bites, megas, nanos, pay pal, bitcoins, euros o tarjetas.

Metíamos los bocadillos en papel de orito en vez de meter los sandwiches en papel de aluminio. Antes se merendaba en la calle un cacho pan con aceitunas, una onza chocolate, una pachocha (pan, remojado con agua, aceite, vinagre y sal) o una madalena, hoy meriendan delante del televisor, jugando con videojuegos o con el móvil, bollycaos, donuts, snacks, yogures, zumitos o leche con cereales. Antes preparaban las meriendas las madres exclusivamente hoy lo hacen indistintamente el padre, la madre o los abuelos. 

Cuándo enfermábamos es que no estábamos "mu católico”. Las alferecías y congestiones han dado paso a las epilepsias e ictus. Los que se orinaban sin darse cuenta o meaban continuamente tenían angurría, ahora tienen la próstata.

Era una tremenda injusticia el acoso al que estaban sometidos los maricas, sarasas, sapones, mariposones, plumillas y tortilleras. Afortunadamente hoy son aceptados y respetados los homosexuales, gais o lesbianas. Igual injusticia era la que sufrieron los esquizofrénicos a los que llamaban locos y los internaban en los manicomios; actualmente los tratan en clínicas psiquiátricas. Las niñas que jugaban con los niños eran tachadas de machorras y los niños que jugaban con las niñas mariquitas. También eran muy criticados los que se "arrebujaban", sobre todo ellas que se han liberado de esos yugos. Hoy además de las parejas heterosexuales, pueden tener hijos las homosexuales o las madres solteras. Los mal vistos mozos duros y mozas duras antaño han evolucionado a ser personas independientes. Acusaban a los bujarrones que les gustaba la carne y el pescado, hoy ya no humillan a los bisexuales. También tenían su cruz los que padecían estrabismo, anda que no sufrían “na” los bizcos. A los que usaban gafas le cantaban: “gafita cuatro ojos, capitán de los piojos”.

Siempre se han producido cambios en la sociedad desde siempre pero han sido lentos, sin embargo en los últimos tiempos los cambios se han acelerado y en pocos años nada tienen que ver las costumbres de los visueños con las de sus antepasados. Anda que no ha “cambiao na” el cuento y las abuelitas y los abuelitos han dejado de ser achacosos y encorvados viejos con la pelliza en los “pinichis” o en las esquinas y viejas con el luto en la iglesia o en la puerta tomando el sol, para ser de la tercera edad y están dale que te pego al móvil o al ordenador, en los gimnasios, en las piscinas, haciendo walking, running, de viaje o de copas.


CESÁREO DE LOS SANTOS.

© 2020 El Viso Digital · Quiénes somos · montilladigital@gmail.com

Designed by Open Themes & Nahuatl.mx.