Extraordinaria, brillante y loable la idea del ayuntamiento de proponer a los vecinos cambiar el abeto de Navidad tradicional por un olivo. Que vayan en maceta para que después de ser adornados en Navidad puedan ser sembrados en el jardín, en el corral, en la parcela, en la linde, dejarlo como bonsai o donárselos al ayuntamiento para que los plante en cualquier parque o calle del pueblo. No es autóctono pero están los olivos entre nosotros desde hace más de tres mil años. Lo trajeron los fenicios.
El plantón o garrote (olivito) de Navidad que ha vendido la Asociación Visueña de Ayuda por la Integración (AVAIN) es de la variedad hojiblanca. Es una lástima que se le hayan agotado tan pronto los 450 que ofrecían. Es de los olivos que tiene el tronco más redondo y derecho. Duro y resistente a la sequía, al calor y al frío, requiere de pocos cuidados. Se adapta perfectamente a tierras calizas como la de Los Alcores o arcillosas como las de La Vega. Una de las variedades más bonitas por el color claro del envés de sus hojas (de ahí lo de hojiblanca), en pocos años tiene una frondosa copa que da muy buena sombra. Sus aceitunas son redondas, de buen tamaño y se utilizan tanto para aceite como para mesa.
La vida de El Viso está íntimamente ligada al olivo. Son muchas las familias que tienen o tenían su olivar y muchas las que se dedicaban al desvarillado, poda y recolección. Predominando las variedades manzanilla y gordal en las de verdeo (aceituna de mesa) y las zorzaleñas, rapazallas, durciales (dulzal de Carmona) y cañivanas en las de molino (aceitunas para obtener aceite). Actualmente está evolucionando el cultivo tradicional hacia el olivar intensivo con recolección mecanizada, siendo la variedad arbequina la más utilizada. Mención aparte merece el acebuche, la madre de todos los olivos, el olivo silvestre que nace libremente en el escarpe, en los cotos y en lo poco que nos queda de "vereas". De todos los huesos de los distintos tipos de aceitunas que siembres nacen acebuches. Las distintas variedades han surgido por mutaciones genéticas y cuando queremos olivos de una determinada variedad se obtienen injertando o reproduciéndolos por esquejes (estacas o estaquillas). En España se conocen más de 200.
Debemos de sentirnos orgullosos de tener la Cooperativa Agrícola Industrial de El Viso del Alcor (CAIVA desde 1953). Es de la más antigua del sector de la aceituna en España. También tenemos en nuestro pueblo uno de los aceites más premiados a nivel mundial como es el aceite Bastilippo de la Hacienda Merha que también cuenta con tienda, venta on line y oleoturismo. Nuevas empresas se están abriendo camino como productores de aceites de calidad superior como son el de la Finca Las Saetas, el Solo Premium de Jose Roldán Bonilla, Huerta la Resurrección o Causo Oliva. Otras empresas visueñas se dedican al transporte de aceites o a su distribución como La Recovera, Isioliva, etc.
Muchos olivos de nuestra comarca tienen su pequeña historia, como los del polígono que como la Piedra del Gallo vinieron del término de Mairena, los de las rotondas, pero sin duda el más emblemático era el Injerto "Ruea" en la hacienda El Romeral, aunque en término de Carmona estaba muy relacionado con nuestro pueblo. Este olivo milenario era el más grande conocido de toda España. De la variedad cañivana se necesitaban cinco hombres unidos por sus brazos para rodear el tronco. Por la dificultad de recolectarlo se dejaba recolectar el último día de la campaña y se le llegaron a coger en un año hasta 35 fanegas de aceitunas (1750 kilos). Ni las más altas escaleras llegaban al pimpollo. Muchos jornaleros tuvieron accidentes en el portentoso olivo que llegó a tener muy mala fama. Se sospecha que los movimientos obreros en los años treinta del siglo pasado fueron los que le metieron fuego. De sus raíces y cenizas emergieron 4 hijuelos que han sobrevivido hasta hace poco que se arrancó el olivar.
Puede que a partir de este señalado 2020 el usar el olivo como árbol de Navidad va a ser un signo de identidad de El Viso del Alcor y cuando llenemos las plazas, las calles, los jardines, los corrales y los parques de olivos podríamos ir recuperando otros árboles autóctonos como la encina, el pino o el algarrobo. Este año han sido 450 olivos. Un olivarero visueño viejo diría que con ellos se podría sembrar un olivar de 7 “alanzás” y media (una “alanzá” o aranzada en El Viso eran antiguamente 60 olivos). Qué bonito quedaría el olvidado terreno que tiene el ayuntamiento en la Vega como futuro lugar de la Romería lleno de olivos y otros árboles típicos de nuestra comarca. Las futuras generaciones y la sostenibilidad del planeta lo agradecerían.
Este artículo va dedicado a un gran olivarero, mi amigo, José Morales Vargas.
CESÁREO DE LOS SANTOS
