Cuando
la Vega era mar,
y el Alcor, orillar
era,
se sublimaron los
vientos,
se encendieron las
estrellas
y se vistieron de
gala
los caminos y las
sendas
para dar la
bienvenida,
gracia, dicha,
recompensa,
a María del Alcor,
Reina de Mares y
Tierra”
Clemente Calabuig
En
primer lugar, la devoción a Santa María del Alcor, tanto en El Viso como en
Mairena, supuso, desde el siglo XIII al XX el florecimiento del sentido
identitario con respecto a esta comarca, perviviendo el término árabe de
Alcores, Yâbal-Yibâl-al-Rahma, que puede traducirse como la “Montaña de la dicha
o de la felicidad”. El Himno, con letra de Sixto Sánchez-Barbudo y música del
Maestro Seri, fortalece, del mismo modo, esta simbiosis:
“Por
esta tierra de Los Alcores,
brota
ferviente tu devoción.
Bendice
siempre a sus moradores,
que
te saludan con los mejores
hondos
cantares del corazón”
En
sentido inverso, existe una creciente identidad de los visueños y visueñas con
su Patrona, Alcadesa perpetua desde 1939, denominándose de esta forma una
gasolinera, una confitería, una banda de música, un hotel y varias empresas. En
este sentido, la numerosa difusión de la imagen de Santa María del Alcor en
cuadros, retablos cerámicos, carteles o placas, repartidas por toda la
población, son otra muestra más de esta unión.
Por otro lado, en 1913 nació la primera niña denominada María del Alcor,
sin embargo, en la actualidad hay 105 mujeres que reciben el nombre de Alcora,
lo que supone un 5,45 %. No es un nombre exclusivo de El Viso, ya que viven 10
en Mairena del Alcor y 13 en Sevilla, aunque son, sin duda, de origen visueño.
La Coronación Canóniga de 2005, con su novena itinerante por calles y barrios,
fortaleció la popularidad de las Fiestas Patronales y la devoción a su Patrona,
que, curiosamente, da nombre a un tipo de azul, el de la bandera visueña,
símbolo del municipio.
Esta
fiesta, exclusivamente religiosa en sus orígenes, floreció tras la llegada de
la nueva imagen en 1939, el traslado de la festividad de la Virgen del 25 de
marzo (día de la Encarnación o de la Anunciación, y que caía en Cuaresma o en
Semana Santa) al 12 de septiembre, el nacimiento de la romería y la creación de
la Hermandad. Sin embargo, por distintas circunstancias, estos brotes verdes se
fueron marchitando con el paso inexorable del tiempo, teniendo una rápida
efervescencia en 1985, cuando el gobierno local del PCE quiso convertir en día
laborable el 12 de septiembre, día de la Patrona, debido al escaso arraigo de
esta festividad, y trasladarla al lunes de “resaca”, tras la romería. Esta
acción municipal supuso un inesperado fenómeno de reacción municipal,
incentivado por la oposición y la Hermandad de Santa M.ª del Alcor y San Pedro
Nolasco. Las humeantes chocalatadas y los reconfortantes potajes de garbanzos
que se realizan desde entonces son la máxima expresión de la fraternidad de un
pueblo, que olvida sus diferencias y fortalece sus raíces comunitarias. “En
definitiva, se genera un nuevo ritual-festivo, hoy suficientemente consolidado,
que convierte el día de Santa María del Alcor, el 12 de septiembre, en el día
grande de los visueños y las visueñas” (Ángel del Río).
Los
símbolos festivos a lo largo del mes de septiembre expresan la identidad social
visueña, permitiendo realizar y ejercer la condición de miembro de una
comunidad. La presentación de los recién nacidos a su Patrona, tradición nacida
en 1980, o la de llevarle en familia los nardos a la “Reina del cielo y de la
tierra” son una muestra palpable de ello.
La
Procesión del 12 de septiembre es el culmen de la fiesta. Los cantes, bailes,
petaladas, fuegos artificiales, calles exornadas con flores de papel y banderas
azules y blancas, arcos efímeros, cúpulas o los propios exornos de las casas,
etc, suponen la renovación de los lazos del imaginario colectivo de los
moradores del corazón de Los Alcores.
Por
último, la romería supone un colofón veraniego, donde peregrinamos a pie, a
caballo o en carreta al emplazamiento mágico-religioso de Alcaudete. En
esta peregrinación nos despojamos de los roles previos y alcanzamos un
significativo grado de empatía con nuestros semejantes. Vamos sucediendo etapas
(misa de romeros, salida de la Iglesia Parroquial de Santa María del Alcor,
rezo del ángelus en el Moscoso, llegada a Alcaudete…). Según V. y E. Turner, el
camino de este tipo de peregrinaciones tiene figura de elipse. Es de ida y
vuelta, si bien propiamente lo es de ida, mientras que queda invisible el de
vuelta, realizándose rápidamente y con menor interés por los puntos
intermedios. Como ya sabemos, la romería en honor a Santa María del Alcor
Coronada se celebra en Alcaudete, término municipal de Carmona, pero,
histórica, simbólica y sentimentalmente, propiedad del corazón de todos los
visueños y visueñas.
¿Es la romería,
además de una manifestación cultural y religiosa, una subconsciente y simbólica
reivindicación territorial?
Como conclusión,
las Fiestas Patronales, con indiferencia de nuestras ideas religiosas, suponen,
junto a otros ciclos festivos y tradiciones, la renovación de nuestros lazos
comunitarios como pueblo con una identidad e idiosincrasia definidas. La
sustitución del nomenclátor de la Avenida República de Nicaragua por Avenida 12
de Septiembre o el colosal Monumento a la Patrona son ejemplos palmarios de
esta “visueñidad”.
¡Felices Fiestas
Patronales!
Fiestas de
Interés Turístico Nacional de Andalucía.